lunes, marzo 21

Summer LOVE

Creo que todas las personas tienen su propia historia de amor en algún momento de su vida, esa con la que podrían escribir un libro y seguramente se vendería más que Harry Potter (Bueno, no sé si tanto).  Cada uno de nosotros en algún momento va a ser el/la protagonista principal de esas tantas películas de amor que vimos una y otra vez, pero una más linda aún, porque va a ser la nuestra. Hasta yo puedo tenerla, que esquivo tanto estas cosas.
 El 6 de enero del 2009, en unas vacaciones en Córdoba conocí a un chico con el que pegué mucha buena onda, con sus amigos y las mias nos juntabamos a jugar al voley y todas esas cosas que se puede hacer cuando compartís un camping en plenas vacaciones. Los dos nos gustábamos pero por X motivos , nunca pasó nada. Cuando las vacaciones terminaron,  seguímos hablando  y un mes después me dice: ESTOY EN BS AS. Fue lo peor, porque yo me estaba quedando en la casa de mis primos en el campo y no podía verlo. Volvió a Córdoba el domingo, y yo a mi casa el lunes. Una decepción tremenda.
Como la onda entre nosotros siempre fue muy buena, nunca se cortó el diálogo, y un año después, en las vacaciones del 2010, vuelve a Bs. As. Yo estaba segurísima de querer verlo, pero miles de cosas se me pasaban por la cabeza. El hecho de no saber qué hablar, de que haya cambiado fisicamente y no me guste, no sé tantas cosas... las personas cambian mucho en un año. Tomé valor y fui a verlo. Creo que estuvimos hablando unas 6 horas sin parar, todo el tiempo riendonos. Nos decíamos "te acordás de cuando..." y el otro se acordaba, pero nunca estuvimos presentes en ese momento, si no que por la buena comunicación que teníamos nos lo habiamos contado. En fin, ese reencuentro fue perfecto. Miles de veces nos preguntamos por qué carajo vivimos tan lejos uno del otro, pero sabíamos que eso lo hacía más especial. Al otro día nos ibamos a ver, ninguno de los dos pudo, y la despedida tuvo que ser telefónica. Horrible.
Y bueno, desde ese momento siempre dijimos que teníamos un romance a distancia. Uno que ya lleva dos años y que creció cuando este año volvió a visitarme. Obviamente, ya éramos más grandes, muchas cosas más de las cuales hablar y compartir. Los dos habiamos cambiado, pero seguíamos siendo los mismos entre nosotros. Las miradas eran las mismas, las caricias, las palabras. Pero sobre todo , lo que seguía intacto era ese sentimiento único que sentiamos cuando estabamos juntos. Ese saber que eran momentos muy cortos comparados a los que no estabamos, y que teniamos que disfrutarlos mucho más. Sinceramente, lo quiero mucho a ese pendejo. Debe ser mi frialdad y mi constante escape a las formalidades lo que hace que sólo quiera a alguien que esta a cientos de kilómetros, pero puedo decir tranquilamente, que pocas veces sentí algo asi, y es una locura, por eso me encanta! Saber que tengo que esperar un año, no me interesa porque sé que los pocos dias que estoy con él siento más amor de lo que sentí en ese año entero. Mucho tiempo más va a ser uno de mis números gratis desde que volví de Crb y voy a llevar ese anillo en mi mano derecha. (la izquiera está reservada para cuando me case dentro de 42 años).
Reconozco que aunque sea tan poco amorosa, creo en el amor. Teniendo en cuenta que tiene miles de formas y que a cada uno se nos aparece en una distinta. Por eso, creo firmemente que ésta va a ser una historia de las que les cuente con más amor a mis hijos. Y que aunque los dos a lo largo de nuestras vidas estemos con otras personas, y seguramente no terminemos juntos, siempre nos vamos a recordar como algo precioso de nuestra juventud

Nunca pierdan la fé en el amor, que es lo más hermoso que nos pueda pasar. El amor no es una mierda, la mierda es la gente que no lo sabe valorar.

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